El retorno de Calígula

(abril 2009)


Involuntariamente el Uruguay quedó como protagonista de un nuevo relacionamiento interamericano. El presidente venezolano Chávez regaló al presidente Obama de Estados Unidos quien aceptó un ejemplar de la obra del Uruguayo Galeano “Las Venas Abiertas de América Latina”.

El libro del historiador Galeano, fue catapultado a lo primeros lugares de venta en los Estados Unidos, y la edición en Inglés se agotó rápidamente. También en el resto del mundo, donde la obra es más conocida y apreciada, tuvo un aumento en sus ventas.

Se trata de una obra histórica excelente, escrita con un estilo claro e incisivo, donde se detallan importantes derrotas y humillaciones sufridas por el subcontinente latinoamericano.

Solo tiene un defecto, y es que una gran parte de los supuestos de la obra, están equivocados o son sencillamente insuficientes.

El Imperialismo Norteamericano sería el responsable de las miserias de los latinoamericanos, pero no explica satisfactoriamente como es posible que el Imperialismo Norteamericano, produzca miseria en México, y super desarrollo en Canadá dos países con igual potencial en el momento de asomar al desarrollo económico luego de la guerra mundial.

Tampoco se explica como dos víctimas de la rapacidad imperialista internacional, como Uruguay y Nueva Zelandia, reaccionan en forma tan diferente, produciendo pobreza en Uruguay y riqueza en Nueva Zelandia. Lo mismo cabría decir del binomio Argentina - Australia, donde los australianos se desarrollan a pasos agigantados, mientras que los argentinos se estancan.

Hace tiempo ya que desde la academia tanto norteamericana, como del sur, se han dado cuenta que hay que buscar en otros lados si se quiere encontrar las razones del infinito sufrimiento de los pueblos de América Latina.

El lugar donde habría que buscar en primer lugar es en las instituciones.

En efecto, las instituciones latinoamericanas son defectuosas, sino en su formulación, al menos en su aplicación práctica.

Las instituciones americanas, tanto del norte como del sur tienen un tronco común, que tiene una temprana formulación en las primeras constituciones políticas generalmente inspiradas en la Constitución de Filadelfia.

Los norteamericanos fueron mas fieles con los principios, mientras que en el Sur, esos principios liberales (no neoliberales) no fueron respetados.

En los hechos, por citar solo un caso notorio, todo el sistema represivo de la mayoría de los pueblos de América Latina, está presidido por el Código Penal Rocco, que representa en forma prístina la ideología del fascismo de Mussolini. Esto seria solo una anécdota sino fuera porque el sistema penal, configura la base de una especie de reloj de péndulo entre dictadura y democracia que viene desde la fundación de nuestras repúblicas provocando pobreza y subdesarrollo.

El derecho penal de la Italia fascista se inspira en el derecho romano, aspecto legal del imperio Romano que fue una de las potencias mas despóticas de la tierra, y la afición de los juristas latinoamericanos por el derecho romano ha torcido todos los principios fundacionales americanos comunes. Los mecanismos de participación han sido anulados en su mayoría inclusive los jurados populares la elección de jueces y policías, y otras formas descentralizadas de decisión.

Si bien en algún momento hubo dudas sobre estos temas, hoy se conocen bien los caminos de la pobreza. Larry Sidentopp en su obra Democracy en Europe, expresa que el Derecho Romano es la primera fuerza que ha dificultado que la democracia se afiance en la propia Europa. En el mismo sentido Winston Churchill en su Historia de los pueblos de habla Inglesa, responsabiliza al Derecho Romano y a los juristas-cortesanos que lo siguen en cuanto a los fracasos democráticos.

Esto ha sido hoy superado por la separación de potencias europeas de importantes principios romanistas. España y Portugal, tienen hoy un proceso penal que es un modelo incluso para los propios ingleses y norteamericanos.

Decir que una buena parte del subdesarrollo y la miseria de América Latina está estrechamente vinculado con instituciones propias con las cuales tienen muy poco que ver los norteamericanos no quiere decir que los norteamericanos carezcan de toda responsabilidad por este estado de cosas.

Existe al menos un doble discurso del Departamento de Estado sobre el tema. En un discurso se expresa una actitud de ayuda y profunda consternación por el estado de las instituciones en América Latina; En el otro discurso, mas realista se expresa que cada nación debiera cuidar sus propias espaldas y que la democracia no puede imponerse a la fuerza.

Un artículo de Internet de un señor Iván Guillermo Vargas publicado en 28/06/2006 (Sappiens.com) se llama sugestivamente: El papel de la enseñanza del Derecho Romano en América Latina, como derecho de resistencia Antiimperialista. Allí puede leerse: Si nos dirigimos ahora a la república del Uruguay, tenemos que destacar el esfuerzo realizado por las escuelas de derecho hace ya varios años, en donde se decidió hacer un alto en el camino para autoevaluarse y preguntarse ¿a dónde se quería llegar?

Concluye este autor en que el derecho romano sería una pieza clave en la resistencia antiimperialista. O sea que se convoca directamente a los césares nada menos para restaurar las antiliberales democracias de América Latina.

Es posible que en el momento en que se escriben estas líneas, el presidente norteamericano esté leyendo a un autor uruguayo de la jerarquía de Galeano, y que nada menos que una nueva era interamericana podría estarse gestando.

Sin embargo debiera tener presente que el tema de Las Venas de América Latina, es algo mas complicado de lo que está en ese libro.

Carlos Aparicio